El ministro de Hacienda de Colombia revela la hoja de ruta fiscal con más impuestos para la próxima década: “Vamos a romper varios paradigmas”

Una pregunta resonaba por estos días en Colombia: ¿Cuál será el plan presupuestario del Gobierno de izquierdas en plena crisis de las cuentas públicas? Con la economía empezando a despegar, y la inflación y el desempleo cayendo, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, presentó en la tarde del viernes el Marco Fiscal de Mediano Plazo, la hoja de ruta a 10 años. “Hoy se van a romper varios paradigmas”, anunció el jefe de la cartera como prólogo a un anuncio de mayor déficit, una nueva reforma tributaria y un recorte de gastos.

Para empezar, Ávila refutó las críticas de un gasto desmedido del Ejecutivo. Aseguró que los fondos públicos desembolsados se han mantenido en 356,2 billones de pesos, por debajo del monto invertido en los años más crudos de la pandemia: 2020 y 2021. Así mismo, utilizó el retrovisor para recordar los malos manejos de la economía por parte del Gobierno del conservador Iván Duque.

“Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”. El ministro parafraseó a Joan Manuel Serrat para anunciar que ahora calcula que los ingresos por impuestos en 2025 serán 18,5 billones de pesos menos de los 299 billones calculados hace algunos meses. De la misma forma, anunció que la proyección del Gobierno es que el déficit fiscal cierre este ejercicio en 7,1%.

Y a pesar de que reconoció que el país atraviesa “estrecheces”, y de confirmar el anuncio de suspender por tres años la regla fiscal que obligaría a mantener el desfase por debajo de 7%, sostuvo que garantizaría la sostenibilidad de las finanzas públicas. Acto seguido, sin embargo, diversos comentaristas levantaron la ceja: “No se entiende cómo con un problema fiscal tan serio, el gasto de personal del Gobierno aumentaría en 2025, 10 billones de pesos frente a 2024”, publicó en X el director de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, José Ignacio López. Un aumento, agregó, del 27%.

Ávila, por su parte, hizo una síntesis de las dificultades que ha tenido que afrontar el Gobierno. Mencionó el lastre del ya desmontado subsidio a la gasolina. Y subrayó, al igual que sus predecesores, que en Colombia la ley ya define la mayoría de destinos del gasto: “En 2025 el 86% es de carácter inflexible, siendo el pago de intereses, las transferencias del Sistema General de Participaciones, las transferencias de Seguridad Social, las que explican el 78% de este gasto”. En otras palabras, que tiene muy poco margen para recortar.

Para el economista, son razones suficientes para anticipar una nueva reforma tributaria con la que se espera recaudar 19 billones de pesos: “La vamos a presentar al Congreso de la República. Es una decisión coherente con el planteamiento de hacer un pacto fiscal en el país, en el cual se comprometan todos los actores de la vida social, económica y política”.

El cuarto ministro de Hacienda del Gobierno Petro dibujó un panorama complejo aderezado por una batería de medidas que se suman a la ya anunciada activación de la cláusula de escape fiscal. Los datos que expuso son tan diversos como el tablero macroeconómico de Colombia. Señaló que el Gobierno revisó al alza el PIB de este año, de 2,6% a 2,7%, o que la inflación cerrará en 4,5%, a un punto y medio del objetivo del 3%. “La economía colombiana se encuentra en una clara senda de recuperación luego de un crecimiento irregular entre 2021 y 2023. Se proyecta de esta manera una tendencia sostenible en el corto y mediano plazo. El país logró niveles de desempleo en mínimos históricos y el cierre de brechas externas”, celebró.

¿No habrá recortes del gasto? El ministro no concretó. Dijo que es probable y que se está “revisando” en qué renglones hay una “ejecución inadecuada” para barajar algunos ajustes. Ante sus evasivas durante la rueda de prensa, un periodista insistió sobre el tema, con modestos resultados: “Como consideramos que ese no es el camino, planteamos unas alternativas en el orden de los ingresos y en el orden del gasto a mediano plazo. Entonces, pretender ajustes de esas características son, en realidad, con condiciones excepcionales”.

Se refería a las estimaciones que han realizado el Comité Autónomo de la Regla Fiscal, y diversos centros de pensamiento, sobre la necesidad de disminuir hasta en 37 billones de pesos el presupuesto de 2025.

El exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, no tardó en mostrar su habitual firmeza contra las decisiones del Gobierno en la cuenta de X: “Y mientras tanto seguimos en la feria del derroche… ¡¡¡15 billones más en burocracia en solo dos últimos años!!! (Casi el monto de la nueva tributaria)”. Y agregó: “Considerando el aumento del déficit y de la deuda respecto a lo que deberíamos tener para este año, ¡¡¡el gobierno tendrá un margen de por lo menos 140 billones de más para derrochar en 2025!!! ¡Hágame el favor!”, se quejó.

Casi al mismo tiempo saltaron todo tipo de reacciones ante la posibilidad de que dentro de la nueva reforma tributaria se incluya aumento al IVA. “El gasto tributario total en Colombia es de 135 billones de pesos. Son 8,5 puntos del Producto Interno Bruto, del cual el 65% está asociado al IVA. Es decir, son cerca de 89 billones de pesos de exenciones en el IVA. Hay que revisar eso porque hay una recaudación seria y es hora de asumirlo, sin que se tenga que afectar la estructura de tasas, ni tampoco la base gravable”, detalló el viceministro de Hacienda, Carlos Emilio Betancourt.

En pocas palabras, el Gobierno ha optado por hacer frente a la situación con una política expansiva: no piensa, de momento, ajustar sus cuentas y, por el contrario, asoma un plan de gasto y mayor endeudamiento.

Todo lo anterior está consignado en el documento presentado en la tarde del viernes y que, para muchos, supone un drástico cambio de rumbo en el manejo de una economía acostumbrada a cierto recato macroeconómico. Ávila garantizó que la hoja de ruta ha sido compartida en detalle con la banca multilateral y las agencias calificadoras de riesgo. Su reacción fue “bastante tranquila”, afirmó, y recordó que expuso que la deuda pública subiría del actual 61,3% a 63,8% del PIB, un registro equiparable al de los días pandémicos (la línea roja está en 70%).

De cualquier forma, Ávila calificó de “ruido mediático” las informaciones divulgadas sobre las inquietudes de los mercados internacionales. Argumentó que se han publicado falsedades que van desde el cierre de líneas de créditos en el exterior hasta la supuesta falta de liquidez del Ejecutivo. Pero es cierto que Colombia tiene un lío con las cuentas públicas y que, para tratar de paliarlo, ha aprobado desde 2019 tres reformas tributarias. Por eso, el anuncio de una cuarta es la noticia que más agitado el debate.

¿Cuál puede ser su futuro en una Colombia tan polarizada? El trámite en el Congreso se anticipa farragoso. El exministro Juan Camilo Restrepo lo resume en la plataforma de Elon Musk: “Se trata de un programa bastante utópico para llevar a la práctica: una reforma tributaria que busca recaudar 19 billones en 2026; subir el diésel a todos los s de este combustible que no transporten carga y elevar el IVA sensiblemente eliminando exenciones y deducciones hoy existente (…)”. Una vía que Restrepo etiqueta de “lejana”. Más en tiempos de “pugnacidad, insultos permanentes y chantajes del Gobierno al Congreso para aprobar la consulta popular”.