Al menos 19 muertos, entre ellos nueve niños, por un ataque ruso en Krivói Rog, ciudad natal del presidente de Ucrania
“No hay una sola palabra de decencia en esta escoria rusa”, sostiene Volodímir Zelenski. Otras cinco personas pierden la vida por un ataque de drones en Járkov


El ejército ruso ha vuelto a golpear Krivói Rog, la ciudad natal del presidente de Ucrania (600.000 habitantes antes de la guerra), Volodímir Zelenski, en el centro del país. Al menos un misil balístico impactó en la tarde de este viernes en una zona residencial de esta urbe industrial y minera, según informó el gobernador regional, Sergii Lisak. “Otro atentado de la escoria que lucha contra la población civil”, ha señalado en un mensaje en su perfil de Telegram en relación con el ataque ruso. Según el balance aún provisional ofrecido por Lisak, al menos 19 personas perdieron la vida, entre ellas, nueve menores de edad, y más de 50 resultaron heridas. “Los rusos atacan todos los días. La gente muere todos los días. Hay una sola razón por la que esto continúa: Rusia no quiere un alto el fuego”, manifestó Zelenski en un comunicado.
La masacre, una de las mayores sufridas por Krivói Rog en los tres años de invasión a gran escala rusa, se produjo el mismo día en el que, precisamente, los ministros de Exteriores de la OTAN, reunidos en Bruselas, instaron a Estados Unidos a que fije un plazo para comprobar si Rusia quiere o no la paz tras las negociaciones y el alto el fuego para el sector energético y el mar acordado sobre el papel el pasado 25 de marzo. “Estados Unidos, Europa y todos los demás países del mundo tienen capacidad suficiente para obligar a Rusia a abandonar el terrorismo y la guerra”, señaló Zelenski. “Y esto es lo que hay que garantizar: se necesita paz”.
Junto a su escrito, el presidente ucranio publicó varias fotografías del horror causado por el proyectil ruso sobre una zona residencial de Krivói Rog. En una de las imágenes se ve el cadáver de una persona adulta junto a un banco y los columpios de un parque. Los servicios de emergencia acudieron a la zona para sofocar los fuegos provocados por el impacto del misil, que dañó varios edificios de viviendas. No se descarta que la cifra de muertos pueda aumentar en las próximas horas. Se trata también de uno de los ataques con más niños entre las víctimas mortales en estos 1.137 días de gran ofensiva rusa.
Unas horas después del bombardeo, el Ministerio de Defensa ruso, que no suele manifestarse sobre este tipo de ofensivas, afirmó, sin aportar prueba alguna, que había llevado a cabo un “ataque de alta precisión” contra una reunión en la ciudad entre militares ucranios e instructores extranjeros. Según la versión de Moscú, al menos 85 uniformados murieron y una veintena de vehículos militares fueron destruidos. Por su parte, el Estado Mayor del ejército ucranio acusó a Rusia de difundir “información falsa”. El mando militar informó de que el ataque se efectuó con un con un “misil balístico Iskander-M con una ojiva en racimo”, diseñado para que la zona de impacto y alcance sea mayor.
En un segundo mensaje grabado y publicado en su perfil de Telegram en la noche del viernes, Zelenski, desde la sede presidencial y en un tono sentido y duro, manifestó que el proyectil había caído sobre “calles comunes” de su ciudad natal. “Cualquiera que sea capaz de hacer esto es sencillamente inhumano, sinvergüenza”, continúo el presidente ucranio. “No hay una sola palabra de decencia en esta escoria rusa”.
El bombardeo de este viernes es el segundo que causa víctimas mortales en esta semana sobre Krivói Rog, localizada a unos 70 kilómetros del frente de guerra oriental. El miércoles, otro ataque ruso sobre la ciudad acabó con la vida de cuatro personas y causó heridas de gravedad a otras 14, entre ellas, una niña de seis años y un menor de ocho. El pasado marzo, fue un hotel del centro de la urbe el que se abrió de cuajo por el impacto de un misil que destrozó el inmueble de arriba abajo. Aquella ofensiva se saldó con dos víctimas mortales y una treintena de heridos, entre ellos también menores de edad.
En las últimas 24 horas, las alertas antiaéreas han resonado en todo el país ante la inminencia de un bombardeo con misiles o drones bomba. Durante la madrugada de este viernes, el ejército ruso ha lanzado 78 drones contra varias regiones de Ucrania. De estos aparatos, 42 fueron interceptados por las defensas antiaéreas, según los registros de Kiev, por otros 22 inutilizados a través de métodos electrónicos. El impacto de una oleada de seis drones no destruidos mató a al menos cinco personas en el distrito de Novobavarskii, en la provincia de Járkov, en el este del país, en la linde con territorio ruso. También este viernes, un aparato no tripulado ha golpeado una central térmica de la provincia de Jersón.
Según datos de Naciones Unidas, durante la invasión iniciada en febrero de 2022, más de 12.700 civiles han muerto y más de 30.000 han resultado heridos. Las cifras reales son mayores al no incluir a las víctimas en territorio ocupado por las tropas rusas en el este de Ucrania.
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