La Unión Europea empieza a diseñar el regreso de los refugiados a Ucrania
La Comisión prorroga un año más la protección a los ucranios, aunque insta por primera vez a los Estados a aplicar programas de retorno voluntario


La UE busca soluciones duraderas para los más de cuatro millones de refugiados ucranios que residen en territorio comunitario. La Comisión Europea ha prorrogado un año más, hasta marzo de 2027, su protección temporal, aunque, por primera vez, insta a los Veintisiete a facilitar la vuelta progresiva a Ucrania de aquellos que tengan intención de retornar —que cada vez son menos— y a regularizar la situación de quienes ya estén integrados y pretendan permanecer en el país de acogida.
A diferencia de las anteriores prórrogas del mecanismo de protección temporal, y con el trasfondo de las primeras negociaciones —hasta ahora poco fructíferas— entre Moscú y Kiev, en Estambul, en más de tres años, la Comisión reclama esta vez a los Estados que colaboren en el regreso gradual de quienes lo deseen.
Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión, sostuvo el pasado miércoles en un comunicado: “Desde 2022 hemos ofrecido protección a aquellos que huyeron de la guerra de agresión de Rusia y seguimos haciéndolo. Juntos, con Ucrania, preparamos el camino para que la gente pueda volver y reconstruir sus casas una vez que sea seguro”.
El mecanismo de protección temporal —que se activó ocho días después de que Rusia lanzara la invasión a gran escala— ha concedido a los refugiados ucranios permisos de residencia en la UE, al empleo, a la educación y a ciertos beneficios sociales, sin tener que pasar por el procedimiento estándar de asilo. Magnus Brunner, comisario de Asuntos de Interior y Migración, incidió en una rueda de prensa en que todos los que regresen lo harán por voluntad propia y que la finalización del estatus de protección temporal será una decisión que se adopte entre los 27 comunitarios y el Gobierno ucranio “cuando la situación sea estable”. Brunner matizó que “si las circunstancias cambiaran en Ucrania” durante este año o el próximo, la Comisión podría proponer la suspensión de la protección temporal antes de marzo de 2027.
Bruselas solicita a los gobiernos europeos que, junto a las autoridades ucranias, planifiquen y pongan en marcha los programas de retorno voluntario. Asimismo, la recomendación prevé la creación de centros que brinden apoyo tanto a quienes opten por regresar a Ucrania “cuando las condiciones lo permitan, ahora y en el futuro”, como a aquellos que decidan quedarse en un país comunitario y aspiren a obtener un permiso de residencia permanente. Los primeros de estos puntos informativos se inaugurarán, previsiblemente, en Berlín, Praga y Alicante.
La Comisión también aboga por organizar “viajes exploratorios” para que quienes pretendan regresar a Ucrania en el futuro puedan, antes de tomar una decisión definitiva, evaluar in situ las condiciones en las que reiniciarían su vida en el país del que tuvieron que huir. El Ejecutivo de Von der Leyen nombrará a un “enviado especial para los refugiados ucranios en la UE” que tendrá la labor de coordinar los planes de retorno con los distintos gobiernos.
Una sexta parte de los 44 millones de habitantes que tenía Ucrania cuando comenzó la guerra se han refugiado en el extranjero, sobre todo en la UE (4,3 millones de un total de casi 7). Durante los primeros meses de la invasión rusa, una clara mayoría de los ucranios que se instalaron en la UE lo hicieron con la intención de regresar a su hogar en cuanto fuese seguro, pero con el paso del tiempo han cambiado las perspectivas de futuro de muchos de ellos.
Las encuestas realizadas por el Centro de Estrategia Económica, un laboratorio de ideas con sede en Kiev, reflejan que desde diciembre de 2022 hasta finales del año pasado, la proporción de refugiados ucranios que planea “probablemente” o “definitivamente” regresar a Ucrania se ha desplomado desde el 74% al 43%.
“Necesitamos que regresen”
Oleksii Chernishov, ministro ucranio de Unidad Nacional, encargado de la difícil tarea de traer de vuelta a quienes huyeron al extranjero, estuvo presente en la rueda de prensa en Bruselas en la que se anunciaron las propuestas de la Comisión. “Necesitamos desesperadamente que los ucranios regresen a casa una vez que termine la guerra. Los necesitamos para desarrollar una economía próspera y fortalecer la democracia”, declaró Chernishov.
Debido a la prohibición de salir del país que pesa sobre los hombres de entre 18 y 60 años, un 44% de los refugiados ucranios en la UE son mujeres adultas, y un tercio, niños y adolescentes, según estudios del Centro de Estrategia Económica. Más de la mitad del total viven en Alemania (1,2 millones) o Polonia (un millón), aunque la República Checa, el tercer Estado miembro que más ucranios ha acogido, es con amplia diferencia el que ha recibido una cifra mayor en relación con su población (3,6 por cada 100 habitantes).
Al margen de Europa, a Estados Unidos han llegado 240.000 personas que huían de las bombas rusas, una cifra ligeramente superior a la de España, menor que la de Canadá y unas 20 veces inferior a la de toda la UE. Por otra parte, más de un millón de ucranios se han refugiado en Rusia y Bielorrusia, según la ONU.
A pesar de que la directiva comunitaria que regula la protección temporal establece el marco de acogida en todos los países , las diferencias a la hora de aplicarla son amplias. Anna Anisimova, investigadora de la Escuela de Economía de Estocolmo que ha participado en un estudio sobre la integración de los desplazados ucranios en cada uno de los países nórdicos, subraya en un intercambio de correos electrónicos que, por ejemplo, en Suecia —durante décadas uno de los principales receptores europeos de refugiados— las condiciones son claramente peores que en Dinamarca, uno de los de la UE más restrictivos en materia de inmigración.
Michael Emerson, investigador del Centro de Estudios Políticos Europeos (CEPS), defiende que, el día que termine definitivamente la protección temporal a los ucranios, la concesión de los futuros permisos de residencia no debería recaer en las dispares legislaciones nacionales de los Estados . “Si esta fuera finalmente la solución adoptada, resulta evidente que muchos refugiados en países más restrictivos tratarán de mudarse a otros para beneficiarse de sistemas más flexibles”, sostiene por teléfono.
El apoyo a la población ucrania asentada en la UE sigue siendo elevado, aunque ha disminuido desde los primeros días de la invasión. En febrero del año pasado, el 71% de los ciudadanos europeos valoraban positivamente la presencia de refugiados ucranios, en comparación con el 88% registrado en la primavera de 2022, según el Eurobarómetro.
Desde el inicio de la guerra en Ucrania, la Comisión ha aportado a los socios comunitarios 15.000 millones de euros para facilitar la acogida de refugiados. Ahora pondrán a disposición otros 4.000 millones tanto para implementar el pacto de migración y asilo como para mantener la protección temporal a los ucranios.
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